Durante años, el mundo ha especulado sobre el romance entre Jennifer Aniston y Brad Pitt, una de las relaciones más icónicas de Hollywood.
Su ruptura fue noticia y ahora, a los 55 años, Aniston rompe su silencio y revela una verdad inesperada detrás de su separación, que no está relacionada con la infidelidad ni con sus carreras, sino con una lucha que muchas mujeres enfrentan en silencio.
Jennifer Aniston y Brad Pitt se conocieron en 1994, cuando ambos estaban en la cima de sus carreras. Sin embargo, no fue hasta 1998, tras finalizar sus respectivas relaciones anteriores, cuando comenzaron a salir.
Su romance se convirtió rápidamente en un fenómeno mediático, con su debut público en la alfombra roja de los Premios Emmy en 1999. Durante los primeros años de su matrimonio, la pareja parecía perfecta, colaborando incluso en proyectos como la aparición de Brad en la serie *Friends*.
Sin embargo, en 2003, durante una entrevista, Aniston insinuó la complejidad de su relación cuando se negó a confirmar si Pitt era “el amor de su vida”.
Mientras Aniston terminaba su participación en Friends y expresaba su deseo de ser madre, comenzaron a surgir rumores sobre la relación de Pitt con Angelina Jolie, su coprotagonista en Sr. y Sra. Smith.
Aunque Aniston inicialmente se confesó con Pitt, quien negó la infidelidad, la presión de los medios y las especulaciones crecientes hicieron mella en su matrimonio. Finalmente, en enero de 2005, la pareja anunció su separación después de casi cinco años de matrimonio.
Aunque la ruptura fue seguida por un frenesí mediático, el verdadero motivo detrás de su separación permaneció en silencio durante mucho tiempo.
En un comunicado conjunto, ambos dijeron que la decisión no estaba relacionada con especulaciones de la prensa, sino con diferencias personales que los habían distanciado emocionalmente. Aniston había expresado su deseo de tener una madre, mientras que Pitt estaba menos interesado en ese momento.
La situación empeoró cuando surgieron imágenes de Brad Pitt con Angelina Jolie y su hijo adoptivo en una playa africana poco después de la separación.
Aunque Pitt y Jolie negaron que hubieran comenzado su relación antes de su divorcio, el anuncio del embarazo de Jolie en 2006 confirmó que su romance se había desarrollado rápidamente.
Aniston afrontó la situación con dignidad, reconociendo el dolor que sentía, pero también que las relaciones son complicadas y cada uno tiene una parte en su éxito o fracaso.
Con el tiempo, ambos siguieron adelante con sus vidas. Pitt formó una familia con Jolie, mientras que Aniston se centró en su carrera y su bienestar personal.
En los últimos años, ha hablado abiertamente sobre las dificultades que enfrentó para quedar embarazada y cómo esta lucha fue una fuente de tensión en su matrimonio.
En 2022, Aniston admitió que a pesar de sus intentos de concebir mediante fertilización in vitro, el tiempo había pasado y ya no era posible.
Hoy, Aniston se muestra resiliente y asegura que no se arrepiente de las decisiones que tomó. A pesar de los rumores de que podría estar iniciando un proceso de adopción, la actriz sigue siendo una figura de fortaleza y superación, demostrando que, aunque la vida trae retos, también ofrece oportunidades de crecimiento personal.