Liam Payne fue visto discutiendo con una mujer sobre dinero en el vestíbulo de su hotel apenas horas antes de morir al caer de un balcón en Buenos Aires, afirmó un compañero de hotel.

La ex cantante de One Direction, de 31 años, se lanzó desde el tercer piso al patio del Hotel Casa Sur en la capital argentina el miércoles, lo que desató una ola de dolor en todo el mundo.

 

Tras la tragedia, los huéspedes del hotel compartieron sus escalofriantes recuerdos de los momentos previos a su muerte, incluidos haber escuchado ruidos violentos y un grito.

Un invitado afirmó que Payne había hecho una admisión impactante solo minutos antes de precipitarse hacia su muerte, afirmando: Solía estar en una banda de chicos, por eso estoy tan jodido.

 

Michael Fleischmann, de Estados Unidos, también se alojaba en el hotel de lujo y afirma que apenas tres horas antes de la muerte de Payne, el cantante parecía un poco salvaje mientras discutía con una mujer anónima sobre dinero.

Afirmó que la ex estrella de una banda de chicos le repetía una y otra vez a la mujer: Te daré 20.000 dólares sólo porque puedo. Tengo 55 millones de dólares y me gusta ayudar a la gente.

 

Durante la situación muy tensa, se dice que la mujer habló en español con el gerente del hotel, quien tradujo la conversación a Payne alrededor de las 2 p.m. hora local.

El señor Fleischmann dijo al Buenos Aires Herald que sólo reconoció que el hombre con acento inglés que parecía estar causando disturbios en el vestíbulo era Payne hasta después de que se conoció la noticia de su muerte.

Agregó que el cantante parecía muy molesto, agitado, un poco salvaje, caminando de un lado a otro y parecía muy enérgico.

La madre de Fleischmann, Toni, agregó: Parecía que estaba extremadamente incómoda con él y un poco aprensiva.

 

Estábamos solo mi hijo, yo, Liam Payne, la mujer y el personal. El gerente intentaba intervenir educadamente o calmarlo. Había una sensación de ansiedad en la zona.

La madre y el hijo acabaron subiendo al mismo ascensor que Payne. Más tarde abandonaron el hotel y la mujer a la que se vio discutiendo con la estrella estaba fuera del edificio hablando por teléfono.

Payne fue encontrado muerto por la policía y dijo que encontraron los medicamentos de la estrella del pop, entre ellos clonazepam, un fármaco utilizado para controlar la epilepsia, los espasmos musculares involuntarios y los trastornos de pánico.

 

Fotos dentro de la lujosa suite, publicadas por la revista argentina Clarín, parecieron confirmar el preocupante informe sobre el estado mental de Payne.

Sobre una mesa, la superficie estaba cubierta con papel de aluminio, polvo blanco, un encendedor y marcas de quemaduras en la superficie de madera.

Una tapa de una lata de bebida de aluminio ennegrecida parecía haber sido calentada y una pantalla de televisión rota en un estante mostraba signos de un fuerte impacto, mientras que una copa de champán medio vacía estaba cerca.

Rebecca (no es su nombre real), una consultora de TI de 28 años de Washington DC, tomó estas inquietantes fotografías de Payne en el vestíbulo poco antes de su muerte.

 

Dijo que su extraño comportamiento y las horribles consecuencias la habían dejado conmocionada. Mientras los tributos a Payne seguían llegando, incluso de parte de sus ex compañeros de banda:

El encuentro sorpresa de Rebecca con Payne, que duró 30 minutos, tuvo lugar en el vestíbulo del hotel en el que se alojaba para asistir a una boda. Payne tenía previsto marcharse el miércoles por la mañana, pero a última hora de la tarde todavía no lo había hecho, según afirmó.

Rebecca tomó las fotos a las 16:26 hora local (20:26 hora del Reino Unido), que es también cuando Payne hizo el comentario sobre la boy band. Apenas 36 minutos después, el personal del hotel dio la alarma a las 17:04 tras la caída de Payne. Una ambulancia llegó a las 17:11 y se certificó la muerte de Payne.

Rebecca le dijo a MailOnline en una entrevista exclusiva: Uno de mis amigos debía recibir su suite, por lo que el personal del hotel estaba un poco nervioso porque todavía no había hecho el check out a las 4:30 p. m., pero también por su comportamiento.

 

 

Entré al hotel y él estaba esperando junto al ascensor. Estaba claro que quería que alguien lo reconociera; había algo un poco desesperado en él.

Estaba con mis amigos y sabíamos quién era, pero a ninguno de nosotros nos importó.

Cuando llegó el ascensor, de repente nos dijo sin que se lo pidiéramos: Sí, soy Liam, muy alargado, y luego añadió: Muy bien, vengan todos, suban al ascensor conmigo, me encantan los abrazos.

Decidí no hacerlo y esperé al siguiente, pero algunas de las otras chicas se subieron con él y a mitad de camino, comenzó a decir: Oh, ustedes son estadounidenses, yo vivo en West Palm Beach.

Conozco a los estadounidenses. ¡Estáis locos de remate! ¡Sois peligrosos de remate!